SANITIZACIÓN

Con la declaración del COVID-19 como pandemia enfrentamos un asunto de salud pública que está impactando la actividad de las personas en todos los rincones del mundo. Aún es muy pronto para cuantificar sus efectos y, mientras tanto, estamos viendo cómo empiezan a cambiar las dinámicas cotidianas de las personas, las empresas y ciudades.

Cualquiera que sea el reto que nos imponga el avance de la situación, actuar YA como prevención con una limpieza y sanitación de nuestro hogar y nuestros lugares de trabajo es uno de los aportes que podemos realizar en esta conmoción. Y la principal; acogiéndonos a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud —OMS—, y al Ministerio de Salud y demás autoridades competentes

Aunque la desinfección da lugar a la reducción del número de microorganismos vivos, generalmente no mata las esporas bacterianas. Un desinfectante eficaz reduce el número de microorganismos a un nivel que no perjudica la salud. Ningún procedimiento de desinfección puede dar resultados plenamente satisfactorios, a menos que a su aplicación le preceda una limpieza completa o limpieza exhaustiva. Y después de esta limpieza, el compromiso de realizar la rutina de limpieza continua.

El sanitizante comúnmente utilizado en quirófanos cuenta con un espectro de acción completo frente a las bacterias gram positivas, bacterias gram negativas, acido-alcohol resistentes, virus (incluyendo VIH y el VHB), hongos y esporas

La OMS y otras agencias de la ONU subrayan la importancia de la solidaridad y de evitar estigmatizar a los miembros de la comunidad. "Estamos juntos en esto", a "hacer las cosas bien con calma y a proteger nuestras familias, empleados. Es factible hacerlo.